La intervención fue encabezada por el ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, quien se presentó en el penal acompañado por un equipo técnico y de seguridad. Nicora destacó que, antes de la denuncia, ya venia desarrollando un trabajo con la Secretaría Nacional de Inteligencia para identificar perfiles de alto riesgo y esquemas corruptos.
Luego, en un gesto de total transparencia, abrió las puertas del penal a los medios de comunicación, permitiendo el ingreso de la prensa para registrar el estado de las instalaciones y verificar las condiciones denunciadas.
La intervención responde a la necesidad de actuar con rapidez y transparencia ante la denuncia, sin desviar el rumbo de la investigación más profunda referida que busca desmantelar redes de corrupción dentro del sistema penitenciario.
El ministro aseguró que no habrá tolerancia con ningún acto de corrupción, y que todos los implicados en la cadena administrativa serán puestos a disposición de la justicia.
La presencia de la prensa permitió documentar cada paso de la intervención, fortaleciendo la confianza ciudadana en el proceso.
Fin de los privilegios
Las estructuras conocidas como celdas VIP serán desmanteladas, y las personas privadas de libertad reubicadas en otros centros penitenciarios sin privilegios.
El Ministro aclaró que dichas estructuras no son nuevas, sino parte de la antigua infraestructura del penal.
El actual director, quien asumió hace tres meses y medio, venía colaborando con las tareas de inteligencia y fue relevado temporalmente de su cargo para facilitar la intervención.
Aclaración sobre el supuesto “jacuzzi”
El Ministerio desmintió versiones sensacionalistas sobre la existencia de un jacuzzi, aclarando que se trata de una pila bautismal utilizada por la iglesia del penal, actualmente convertida en escritorio.