En un esfuerzo por brindar oportunidades de reinserción social significativas, el Ministerio de Justicia acompaña un proyecto agrícola en la Granja Ko’ê Pyahu, donde 10 personas privadas de libertad (PPL) encuentran en la tierra una forma de aprendizaje, crecimiento y esperanza. En un espacio de 4000 m², los participantes han convertido el sitio en área de cultivo de hortalizas para el autoconsumo.
En este terreno, trabajan con hortalizas como zanahoria, perejil, ajo, cebolla, feijao, batata, papa, maíz tupi y zapallo, poniendo esfuerzo y paciencia en cada cultivo, donde cada semilla representa un paso hacia el futuro.
En dos meses, los tablones de batata y feijao darán su primera cosecha, un logro que va más allá de los frutos cosechados: es una muestra del trabajo en equipo, la resiliencia y la voluntad de salir adelante.
La tarea es coordinada y fiscalizada por el director del penal, Juan Ramón Taboada.
Más allá de la producción agrícola, esta iniciativa simboliza el compromiso con el cambio, con la posibilidad de construir un camino diferente. La minuciosa labor de campo en plena ciudad convierte el desafío en un esfuerzo extra por la calidad del suelo, el clima, factores a los que se agrega, que trabajan en contexto de encierro, detalló el ingeniero agrónomo Arturo Garcete, a cargo de los trabajos. Apoya, la coordinadora de reinserción, Cristina Leiva.
De esta manera, el Ministerio de Justicia garantiza espacios de trabajo y aprendizaje para las PPL que demuestren compromiso en el proceso de reinserción que promueve la cartera de Estado.