Centro penitenciario de Minga Guazú será modelo de reinserción social para las PPL condenadas

El ministro de Justicia, Ángel Barchini, calificó como hecho histórico la habilitación de la nueva sede penitenciaria para personas privadas de libertad (PPL) que cuenten con condena en sus causas. El denominado Centro de Reinserción Social de Minga Guazú, en Alto Paraná, cumplirá con disposiciones legales nacionales e internacionales que, hasta la fecha, fueron postergadas.
El ministro Barchini informó en contacto con la prensa que la nueva sede penitenciaria permitirá que las PPL que reúnan las condiciones puedan realizar trabajos. Para el efecto, en el establecimiento se instará una fábrica de confección.
“Estamos avanzando y dejando una huella importante que necesitaba nuestro país”, dijo el Ministro Barchini.
Añadió que la penitenciaría de Minga Guazú tendrá un efecto directo en la seguridad de la región ya que descomprimirá el hacinamiento de la penitenciaría de Ciudad del Este, aspecto que mejorará el control de la población penitenciaria y facilitará el resguardo de las PPL.
Sobre el punto, el titular de la cartera de Estado precisó que el centro de reinserción de Minga Guazú contará con un pabellón exclusivo de máxima seguridad, que albergará a las PPL con perfiles complejos en cuanto a su conducta de acuerdo al crimen o delito que los llevó a prisión.
“Hemos llegado a un acuerdo con los Ministros de la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía de hacer las audiencias de forma telemática lo que va a facilitar el uso de la tecnología, la rapidez, la seguridad, y el costo cero para el Estado, peligro de fuga cero”, mencionó el titular del Ministerio de Justicia.
El nuevo establecimiento cuenta con una capacidad de albergue de 1237 plazas y a través de programas y proyectos de reinserción social y laboral apuntará a reducir los índices de reincidencia en el delito de las personas privadas de libertad que cumplan con sus condenas.
Cuenta con 8 (ocho) módulos independientes, de los cuales 7 (siete) responden al régimen cerrado ordinario (módulos convencionales) y 1 (uno) al régimen cerrado especial (máxima seguridad).
Por último, el ministro Barchini volvió a reiterar que las sedes penitenciarias como nunca están bajo control del Estado, pero que todas las fuerzas públicas en trabajo coordinado, siguen en alerta constante para que ningún hecho criminal vuelva a dañar la estabilidad en la seguridad ni dentro ni fuera de las penitenciarías.