Para las personas privadas de libertad (PPL) de la Unidad Penitenciaria Industrial Esperanza (UPIE) no hay respiro con el flujo laboral. A la fecha trabajan para una solicitud de 25 termos forrados para una asociación de pescadores de la ciudad de San Antonio, y para una conocida estación de servicios, laborioso sendero en aras de la reinserción con el apoyo del Ministerio de Justicia.
La PPL Édgar, lidera el plantel de cinco otras PPL que al igual que él, sueñan con el ideal de alcanzar la reinserción social bajo la firme convicción que el trabajo honesto es el mejor camino para que el ser humano logre su libertad.
Apenas culminaron los compromisos por Semana Santa, y las PPL ya están a pleno con la lluvia de pedidos de regalos corporativos por el día del trabajador, según cuentas los mismos protagonistas.
“Nos ayudamos entre todos, y cada uno ayuda a su respectiva familia, inclusive entre nosotros hay PPL universitarios, que hasta sus estudios están cubriendo mediante el trabajo”, expresó Édgar.
Además, menciona que ya posee con una lista de clientes con quienes el equipo logró fidelidad por la calidad del producto acabado y presentado en tiempo y forma, lo que los lleva a mantener un flujo de producción, equilibrar sus finanzas, y proyectar emprendimientos.
Para las PPL la oportunidad que les otorga el Ministerio de Justicia y el acompañamiento del funcionariado y del director de la UPIE, Teófilo Báez, es clave para lograr un armónico ambiente laboral donde pueden desarrollar el máximo potencial que les permita alcanzar el nivel de producción y que asegure las ventas.