Para los ocho privados de libertad agricultores de la Penitenciaría Nacional, que aprovechan un espacio de intramuros con la Huerta “Nuevos Brotes” como proyecto de reinserción, se cierra un año productivo favorable con cuatro cosechas de hortalizas y frutas incorporadas a la dieta diaria de unos 140 internos del penal.
El resultado de la siembra orgánica arrojó buena provisión de tomate, lechuga, rabanito, locote, ajo, cebollita de hoja, cebolla, pepino, zapallito, cilandro, perejil, repollo, albahaca, acelga, zanahoria y frutilla, incluyendo remedios refrescantes como cedrón capi’í, burrito y cedrón Paraguay, para autoconsumo todo el año.
Las personas privadas de libertad (PPL) emprendedoras fueron capacitadas en un “Curso Técnico en Agrología” impartido por la Asociación de Productores Orgánicos (APRO) de Itauguá con agrónomos voluntarios profesionales.
Por otra parte, la Fundación Limpiando Mi Ciudad, dictó cursos de distintas modalidades, como siembra y cosecha de frutillas, reproducción de esquejes, modos de cultivo y siembra según las temporadas, jardinería y cultivo, y mantenimiento de bonsái. Apoyó Granja Madre.
La huerta adaptada sobre un suelo de cemento aprovecha además las paredes para el huerto vertical. El trabajo al aire libre conlleva entre 8 a 10 horas al día.
Recientemente tuvo lugar la última cosecha con la que se cierra la producción de alimentos del 2023 ya que, al ser una huerta adaptada sobre el suelo de hormigón, suele ser muy caliente en la temporada de verano, etapa en la que se concentra la preparación de la tierra para nuevos cultivos a partir de inicios de febrero, todo esto a través de procesos de reciclado, fertilización y desinfección del mismo suelo.
Cabe resaltar el reconocimiento recibido por las PPL de la Huerta “Nuevos Brotes” liderada por el interno Alejandro Henríquez, quienes donaron más de 500 plantines de distintas variedades a la Granja Ko’e Pyahu, en el marco de los programas de Reinserción Social del Ministerio de Justicia.