Asunción, Agencia IP.- El nuevo modelo de sistema penitenciario impulsado por el Gobierno “apunta a humanizar el tratamiento de las personas privadas de libertad”, promoviendo iniciativas para la inserción socio-laboral mediante alianzas con el sector privado, de modo a que se sientan útiles y puedan ayudar a sus familias, destacó el ministro de Justicia, Rodrigo Nicora.
En entrevista con la vocera presidencial, Paula Carro, el ministro habló sobre la transformación de la política penitenciaria en Paraguay, así como los desafíos inmediatos en su gestión.
En primer término, manifestó que el enfoque que hoy día se quiere transmitir y poner en funcionamiento es justamente una política de reinserción enfocada en el bienestar de las personas privadas de libertad, atendiendo a que el Estado es el garante y el responsable de la custodia de este sector de la población.
Y en esa tarea, Nicora junto con su equipo de trabajo diseñó y propuso al Ejecutivo un nuevo modelo de gestión penitenciaria que apunta a dignificar a los internos a través de la puesta en práctica y funcionamiento de todos los programas de reinserción social.
Según cifras oficiales, el sistema penitenciario paraguayo está compuesto por más de 18.200 personas privadas de libertad, no obstante las cárceles solo tienen capacidad para atender a unos 11.200 presos.
“Esa es la realidad en la que en el día a día nosotros debemos movernos, gestionar y llevar adelante todas las políticas que tengan que centrarse en el bienestar y en la reinserción social”, subrayó el titular del Ministerio de Justicia.
Al respecto, remarcó que uno de los tres ejes fundamentales de este modelo de gestión que desarrolla el Ministerio de Justicia está relacionado al bienestar de las personas privadas de libertad y la reinserción social.
Capacitación y apoyo del sector privado
Asimismo, Nicora hizo hincapié en la necesidad de trabajar en acciones concretas que permitan la reinserción efectiva de los reos una vez que recuperan su libertad, que podría tener un “efecto mucho más positivo” que simplemente reclutar personas que podrían caer en manos de organizaciones criminales y salen profesionalizados muchas veces del sistema penitenciario siendo criminales profesionales, aseveró.
Resaltó que la capacitación y la posibilidad de tener por consiguiente, un oficio es lo que, finalmente, dignificará a las personas privadas de libertad. Es allí, que la alianza con el sector privado es clave, ya que realizan inversiones para que los internos puedan desarrollar sus habilidades y, a la vez, encaminar sus vidas.
“Tuvimos ya la captación de una empresa privada que se dedica a la realización y confección de batas quirúrgicas bajo el régimen de maquila, que nos va a permitir emplear a 70 personas privadas de libertad, son ejemplos claros de lo que hoy día ya se está haciendo, porque esta empresa también ya está trabajando en Ciudad del Este, con las mujeres privadas de libertad. Tenemos confección de ropas, manteles, los famosos termos, las guampas, todo lo que tiene que ver con cartonería también las mujeres privadas de libertad del Buen Pastor están trabajando en esa área”, explicó.
La ciudadanía tiene que entender también que hay muchas madres en contexto de encierro que tienen hijos, que el desarraigo es muy fuerte cuando no pueden estar con su vínculo materno y en ese sentido, nos encontramos abocados a potenciar justamente todo lo que tiene que ver con las mujeres privadas de libertad, resaltó haciendo alusión a las que están recluidas en el Buen Pastor.
Recalcó que la idea es impulsar y ofrecer más posibilidades para todas aquellas personas libertad, que quieran unirse a estos planes y programas, tanto de trabajo como de capacitación.
Nuevos centros penitenciarios
En otro momento de la entrevista habló de los nuevos centros penitenciarios. Dijo que dichas infraestructuras permitirán aplicar de una manera mucho más efectiva y eficiente las acciones de inserción socio-laboral, “que a lo que nosotros estamos apuntando”, reiteró.
“Tenemos tres nuevos centros penitenciarios, uno de ellos habilitado ya al 50%, que es la Penitenciaría de Minga Guazú, que nos tocó habilitar hace dos semanas.
En ese orden, el secretario de Estado señaló que la problemática penitenciaria es una cuestión que afecta a toda la a toda la ciudadanía, razón por la cual requiere de la colaboración de todos los organismos de seguridad.
Ante la superpoblación existente, urge habilitar nuevas plazas a fin de mejorar las condiciones de los internos. “Si apuntamos a construir nuevas cárceles nuestra política criminal va a estar errada, debemos apuntar a los actores de justicia, a llevar un trabajo de entendimiento conjunto y también, a repeler la criminalidad como tal”, subrayó.
Estrategia Integral para Protección de la Familia
Sobre el punto, celebró la voluntad del Ejecutivo de impulsar la «Estrategia Integral para Protección de la Familia», teniendo en cuenta que la violencia hace que, según precisó, “vayamos llenando las cárceles de personas privadas de libertad”.
A criterio del ministro, todo está relacionada con una política pública profunda, donde los resultados probablemente no sean inmediatos, pero que sí van a marcar un antes y un después dentro de lo que es el sistema penitenciario y la administración del Estado.
“Hoy día tenemos una excelente relación con la Corte Suprema, con el Ministerio Público, con el Ministerio de la Defensa Pública, tanto es así que ya firmamos memorando de entendimiento para los trabajos en conjunto que debemos llevar adelante”, comentó.
Igualmente, aseguró que todos los actores del sistema de justicia están entendiendo que el enfoque que se tiene que dar a la problemática del sistema penitenciario es muy distinto a la que se venía encarando años atrás.
“Atender el síntoma nada más te va a llevar a una solución momentánea. Pero sí apuntamos realmente a dejar algo que tenga una firmeza y nos dé resultado a largo plazo. Es ahí donde apuntamos a una política criminal y penitenciaria que tenga sus efectos”, reforzó finalmente.
Fuente: Agencia de Información Paraguaya