Autoridades del Instituto Técnico Superior de Educación y Formación Penitenciaria (ITSEFP) del Ministerio de Justicia y la Dirección de Salud Penitenciaria se reunieron para impulsar la capacitación del personal de salud en centros penitenciarios.
Durante el encuentro se presentaron las estrategias y contenidos que formarán parte del programa de capacitación, enmarcado en el Plan de Capacitación – Ejercicio Académico 2025.
La acto se desarrolló en el marco del plan de capacitación que llevará adelante la Dirección de Salud Penitenciaria, liderada por Claudia Piñánez.
La reunión contó con la participación de la encargada de despacho de Salud Penitenciaria, Natalia Urdapilleta; la directora del ITSEFP, Pilar Acosta, y representantes de las direcciones involucradas en el proyecto.
La capacitación, dirigida a más de 250 funcionarios que actualmente tienen la función del servicio de salud en los centros penitenciarios a nivel nacional, tiene como objetivo general, capacitar a los profesionales de la salud (médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, nutricionistas).
Permitirá promover una atención integral e interdisciplinaria que aborde las dimensiones biológicas, psicológicas y sociales de las personas privadas de libertad.
El programa se desarrollará en la modalidad virtual con una duración de cinco meses, todos los días jueves a partir del mes de abril; y su contenido estará distribuido en cinco módulos, con las siguientes temas:
Módulo 1: Introducción al Contexto Penitenciario y su Impacto en la Salud.
Módulo 2: Trabajo Interdisciplinario en la Atención Penitenciaria.
Módulo 3: Enfoque Biopsicosocial para la Atención Integral.
Módulo 4: Primeros auxilios.
Módulo 5: Autocuidado y Gestión del Estrés para Profesionales.
Los participantes coincidieron en la importancia de una formación especializada y continua para responder a las necesidades de una población en situación de vulnerabilidad, y garantizar un servicio de salud integral en el entorno penitenciario.
El Ministerio de Justicia reafirma el compromiso de implementar políticas y programas de formación que contribuyan a mejorar los servicios de salud en el sistema penitenciario, con el fin de favorecer la calidad de vida y el bienestar de todas las personas privadas de libertad, dentro del nuevo modelo penitenciario.