Ya en el marco de las próximas festividades del 8 de diciembre, la imagen oficial de la Virgen de los Milagros de Caacupé visitó este lunes las penitenciarías Nacional de Tacumbú, la Unidad Penitenciaria Industrial Esperanza (UPIE) y la Granja Ko’ē Pyahu, del barrio Tacumbú, llevando bendición y paz a más de 2.200 personas privadas de libertad (PPL) y servidores penitenciarios.
Con presencia de altas autoridades del Ministerio de Justicia, el capellán del penal de Tacumbú, Freddy Romero, junto al diácono Carlos Brítez, coordinador parroquial penitenciario, y una treintena de PPL voluntarias, ofició las homilías en el camino a la reinserción social y espiritual.
En la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, el director Luis Esquivel y una comitiva fueron los encargados de recibir a la Virgen de Caacupé, que fue colocada en el altar de la Parroquia Virgen de la Merced para ser coreada con el himno a la virgen, con el rostro inclinado en devoción de la población penitenciaria que colmó el sitio.
Tras el rezo del santo rosario, fue celebrada una misa en su honor para luego recorrer, llevada en andas, por los pabellones de Tacumbú, escoltada con gran respeto y devoción por muchos fieles PPL, llenos de fe y esperanza.
La imagen salió de la penitenciaría nacional y continuó su andar hasta el altar de la capilla de la Unidad Penitenciaria Industrial Esperanza (UPIE). Dentro de los muros, los internos la esperaban con música para la celebración de la palabra. Allí aguardaba el director penitenciario, Teófilo Báez, acompañado de la directora de Bienestar y Reinserción Social, Rosalía González, que se sumaron también a compartir un recorrido por los pasillos del penal hasta el quincho multiuso en que hicieron entrega de sus palabras de agradecimiento por la presencia mariana.
Otro momento conmovedor sucedió en la Granja penitenciaria Ko’ē Pyahu, donde las PPL se acercaban a tocar, pedir y rezar a la Virgen, y aplaudían los cánticos en medio de los rezos en el oratorio del penal. Juan Ramón Taboada, titular penitenciario, agradeció la presencia del capellán Romero y comitiva por la misión pastoral de la Iglesia y la bendición llevada a los cautivos.